lunes, 22 de junio de 2009

Pobladores del asentamiento Cristobal Espinola solicitan agua


Por Javier Núñez Ferreira, Doctor Juan Eulogio Estigarribia, departamento de Caaguazú

Los pobladores del asentamiento Cristóbal Espínola, ubicado a 28 kilómetros al sur del centro de Doctor Juan Eulogio Estigarribia, ex Campo 9, denuncian la inacción por parte de las autoridades para la instalación de un sistema de distribución de agua potable en el lugar.
Los vecinos de esta zona manifestaron que en numerosas oportunidades hicieron pedidos a diferentes instituciones encargadas de proveer de servicios básicos a los asentamientos, pero que hasta ahora ninguna de ellas ha dado una solución al problema. “Solicitamos a la gobernación desde hace más de quince años, al Indert, y a algunas autoridades que vinieron hasta el asentamiento durante las campañas electorales la instalación de un pozo y tanque de 30 mil litros para las más de 100 familias que vivimos aquí, pero todos ellos siempre solo hicieron promesas que luego fueron olvidadas. Ahora la situación se volvió hasta peligrosa porque los pozos de agua y manantiales que existen en esta área de los cuales bebemos, están siendo contaminados por las constantes fumigaciones de cultivos extensivos que tienen los menonitas alrededor nuestro. Ya prácticamente no nos queda agua pura y sana para tomar aquí” sostuvo Carlos Zaragoza, agricultor asentado en el sitio desde el año 1993.
La propiedad de poco más de 1000 hectáreas se encuentra totalmente rodeada de grandes cultivos de soja, maíz y trigo según los labriegos moradores del inmueble. Muchos de los que no poseen pozos de agua en sus casas deben trasladarse hasta los manantiales que quedan a largas distancias para traer agua en baldes y otros recipientes para utilizarla en sus viviendas.
Los denunciantes señalaron además, que los colonos brasileños, y menonitas se acercan constantemente a los pequeños agricultores, quiénes en su mayoría poseen 10 hectáreas de tierra, para ofrecerles cultivar soja u otros productos en sus parcelas a cambio de una parte de la cosecha, y que algunos accedieron a la oferta. “A casi todos los que aceptaron trabajar de esa manera con los extranjeros les fue muy mal porque arrendaron su tierra y no les quedó espacio para plantar rubros de consumo familiar como mandioca, maíz, poroto y otros alimentos y ahora ni siquiera tienen que comer.
Varios de nuestros vecinos ya fueron engañados por los menonitas y brasileños” explicó Zaragoza. Algunos pobladores del asentamiento también se quejaron de inacción por parte del Ministerio de Salud que se había comprometido años atrás a equipar el puesto de salud construido con una donación del país Vasco. “Nuestro puesto de salud está prácticamente vacío, no hay equipamientos, casi no hay medicamentos, y tenemos una enfermera que solo viene dos veces por semana desde Caaguazú para atender algunos casos. Eso resulta insuficiente teniendo en cuenta que hay más de seiscientas personas viviendo en esta zona. Necesitamos equipamiento en el puesto de salud, más profesionales y más medicamentos” finalizó Zaragoza.
Fuente: Ultima Hora, Martes 12 de Mayo de 2009

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