lunes, 17 de agosto de 2009

Ochenta paraguayos cursan en universidades de Taiwán


SE CAMBIAN EL NOMBRE Y APRENDEN A HABLAR EN CHINO

Taiwán. Gustavo Laterza (Especial). Paolo R. López Delgado, Joel Martínez, Fernando Escobar, Catherine Jane Mineur, Elvia R. Giménez Maqueda y Carmen Barboza forman parte de los ochenta becarios paraguayos en Taiwán que están estudiando diversas carreras universitarias en varias ciudades.

Por ejemplo, Luo De Li López y Ai Nan Duo Escobar estudian Comercio Internacional, mientras que las chicas siguen vocaciones tan variadas como Música, Economía y Bioquímica. Ma You Ping Martínez estudia Ingeniería Industrial y Gestión.

¿Por qué utilizan esos nombres? Por un motivo práctico que los chinos pusieron en funcionamiento: notando que los occidentales no lográbamos distinguir los nombres de los apellidos que ellos utilizan, adoptaron nombres de pila occidentales para su trato con nosotros. Con idéntico sentido, a los becarios les bautizan con nombres de pila chinos. Sin duda el sistema funciona exitosamente.

El primer año de estudios se dedica exclusivamente al mandarín. A partir del segundo hasta el quinto, a la carrera elegida. Emilia Chang (taiwanesa) dice que Ming Lynn Mineur (paraguaya) habla bastante bien el mandarín considerando su aún corta estadía.

Actualmente no se conceden ya becas para artes y medicina. En este último caso porque la cantidad de estudiantes de esta carrera en Taiwán es muy alta y por tanto la necesidad social de esta profesión está plenamente satisfecha. Para lo demás hay opción, en particular para el ámbito técnico, como Ingeniería, Informática, Economía y toda la gama de disciplinas químicas y biológicas.

Taiwán distribuye 20 becas anualmente. Ante la convocatoria los interesados deben presentar su solicitud en el MEC, donde escogen 40 candidatos; luego esta lista pasa a la Embajada taiwanesa, donde finalmente se seleccionan los veinte definitivos, previo examen oral de inglés. Este idioma no es obligatorio para el becario, pero la recomendación unánime es que los interesados se preparen en inglés con el mismo énfasis que en el mandarín, pues en Taiwán, hasta tanto se aprenda la lengua local, es el único medio de comunicación para resolver las necesidades cotidianas.

Luo De Li López refiere que hay muy pocas deserciones de los becarios paraguayos, recordando unas cuatro (todas mujeres). Cree que la dureza del cambio de hábitos y de ambiente cultural que se produce al instalarse en Taiwán afecta más negativamente a las mujeres. Las chicas parecen estar de acuerdo con esta hipótesis aunque no tienen aúnuna explicación definitiva. Ming Lynn Mineur (violoncellista) cuenta que mientras a los muchachosles resulta fácil encontrarpareja, “porque las taiwanesas se regalan a los extranjeros”, los chicos chinos son diferentes. Tímidos, poco comunicativos e inexpresivos, no se acercan fácilmente a las chicas extranjeras ni las reciben bien si estas avanzan demasiado rápidamente. Y como ninguna dispone de tanto tiempo...

Todos sienten nostalgia y algunas veces les pesa la soledad. Gracias a Dios -dicen- el Orkut fue inventado. Los jóvenes que estén interesados en saber más sobre la vida estudiantil en Taiwán pueden escribir a las direcciones de los muchachos y las chicas entrevistados.