Uno era campesino de Eulogio Estigarribia en Caaguazú. El otro universitario de la UCA y asunceno. Uno venía de trabajar la tierra de sol a sol. El otro de clases con aire acondicionado. No se conocían. El joven campesino pertenecía a la Federación Nacional Campesina. El universitario a la Facultad de Ciencias y Tecnología de la UCA en Asunción. Tenían respectivamente 35 y 28 años respectivamente.
Los dos se cruzarían en la plaza luchando y cantando porque no querían "más dictaduras". Seguramente no hablaron entre ellos nunca en la tierra. No sabían que pronto estarían juntos con el Padre Dios.
El campesino. Cristóbal Espínola Cardozo llegó a la capital con sus compañeros de la FNC para la condonación de las deudas que tenían. Ellos y los jóvenes se entendieron y pactaron luchar unidos. Fue herido por una bala en la boca, que le atravesó la columna cervical. Dejó una joven viuda y cinco hijos.
El universitario Manfred Stark González entró en el Marzo Paraguayo y recibió un tiro en el pecho con orificio de salida. Murió instantáneamente.
Manfred y Cristóbal posiblemente eran dos personas total y socialmente antagónicas. Pero querían un Paraguay nuevo, que comenzaba con borrar todo peligro de dictadura. Un ejemplo y testimonio para estos tiempos de cambio. Necesitamos unidos a los campesinos y los universitarios. Son invencibles.
FUENTE: Ultima Hora.com. Viernes, 20 de Marzo de 2009
